El hoyo 1, un par 5 sin muchas complicaciones, se convirtió en esta ocasión en el ogro del torneo y la media de golpes de los socios estuvo en 7,26. Después de una temporada en blanco, la presión del tee del 1 se dejó sentir con toda su crudeza en los jugadores.
Otro de los "monstruos" del torneo, en este caso con razón, fue el hoyo 16, un par 5 con agua a la izquierda desde el tee al green.
Los más "fáciles" fueron los cuatro pares 3, especialmente el hoyo 9, cuyo agua frontal no parece impresionar a nuestros jugadores.