En Talayuela se disputaron los torneos VII y VIII de la O.M. de 2016, con la sierra de Gredos al fondo y el pico Almanzor elevándose majestuosamente, con sus 2591 metros de altitud es el pico más alto de la sierra de Gredos y del Sistema Central.

El nombre de Almanzor le viene del que fuera caudillo del Califato de Córdoba allá por el año 980. Y como todo caudillo que se precie, debió estar muy atento a todo lo que acontecía en el campo de golf. Por ejemplo, de las evoluciones de Eduardo Gómez que el primer día hizo 41 puntos stableford lo que unido a los 45 puntos que consiguió, no hace mucho, en Palomarejos hace que algunos empiecen a catalogarle como “el tirano”. También debió tomar nota de los 36 golpes brutos, o sea par, que hizo Virgilio Navarro en los segundos 9 hoyos del sábado y, por supuesto, de los 38 puntos de Salvador Castejón el domingo, ya definitivamente conocido como “el tapado” pues, a la chita callando, siempre está ahí. Sin olvidar los espectaculares 35 golpes brutos de los últimos 9 hoyos del domingo de Alfonso Ordiérez, algo que empieza a ser habitual después de los 71 golpes de Palomarejos, uno bajo par. No se debe olvidar, pues tiene su mérito en este campo, los 33 puntos del sábado de Natalia Gutiérrez y los 34 del domingo de Paloma Rodríguez.

Pero claro, no solo de golf vive el hombre, y hubo quien encontró tiempo para degustar unos gin-tonics en la piscina convertida por unas horas en una especie de “lounge bar”, algo que viene siendo habitual en los últimos años y aunque en esta ocasión no estaba el maitre coctelero Juan Pablo Romaguera, fue bien suplido por los también expertos cocteleros Juan Carreras, quien por cierto, haciendo honor a su apellido, está bien colocado en la “carrera a la Sella” así como Félix García que, a lo que se ve, ya está sacando rentabilidad a su inversión en la toma clases de golf.